Los menores que encuentran un hogar que los acoja para no tener que acudir a un centro social son cada año menos. De hecho, en 2008 hubo un descenso del 20% de las familias que tenían acogidos a menores.
En total fueron 260, de los que 212 seguían bajo la tutela de Junta de Andalucía a pesar de estar en el seno de una familia de acogida, según la Delegación de Bienestar Social . Desde la Asociación de Voluntarios de Acciones Social (AVAS ) se achaca este descenso al desconocimiento que hay por parte de las familias para entrar a formar parte del programa de acogimiento.
Este servicio ofrece que los menores que tienen en sus casas algún problema puedan vivir en el seno de una familia y les den mayor estabilidad en su desarrollo personal. «Hay mucha personas que confunden la adopción con el acogimiento y por eso no se atreven a dar el paso», explica la coordinadora del proyecto en AVAS, Araceli Medina.
Otro de los prejuicios es que «se piensa que los niños son problemáticos, y todo lo contrario, el perfil demuestra que son niños normales» que en sus familias están pasando por un mal momento y hasta que se normalice la situación necesitan vivir con otra familia, señalan desde AVAS. «Lo importante es que el niño se vincule con una figura familiar para que no sufra», matizan.
Tipos de acogimientos
La modalidad de acogimiento más común es el acogimiento permanente seguido del simple. Desde Bienestar Social se quiere potenciar el acogimiento de urgencia, que se encuadra dentro del simple.
En esta modalidad, las familias colaboradoras están preparadas para acoger en sus domicilios a menores que lo necesiten cualquier día y destacan por tener un alto nivel de compromiso y que están dispuestas a atender a cualquier pequeño con independencia de sus necesidades.
En Andalucía existen 59 familias dispuestas a acoger menores de urgencia. De ellas tres se encuentran en Córdoba. Por ese motivo, desde las asociaciones que se encargan de dar charlas para explicar la manera de colaborar se hace un llamamiento para que más familias se involucren y acepten en sus casas a los pequeños.
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