20.08.2008 Los niños de Benin y Guinea Conakry regresan a sus países tras ser operados de sendas cardiopatías en el hospital coruñés gracias a Tierra de Hombres
DANIEL DOMÍNGUEZ • A CORUÑA
Una nueva vida les espera a Yann y a Balde a partir de hoy. Llegarán a Benin y Guinea Conakry, sus respectivos países, con el corazón sano, después de ser operados en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña de una cardiopatía que amenazaba la posibilidad de desarrollar una vida normal e incluso la ponía en peligro.
"Su vida iba a estar muy condicionada. Se agotarían mucho, especialmente teniendo en cuenta que viven en África", explica José Raúl Besada, delegado en Galicia de la Tierra de Hombres. Gracias al programa Viaje a la vida de esta ONG, Yann, de cinco años, y Balde, de 15, han podido ser operados por el equipo de cardiología de Claudio Zavanella, si bien Yann podría tener que regresar dentro de un año para comprobar su evolución.
Ambos forman parte de los más de 300 niños que desde 1995 se han beneficiado de esta iniciativa, en la que colaboran hospitales de toda España de forma altruista, ofreciendo sus instalaciones y personal médico.
Aquí no es grave
"Una cardiopatía como la que sufren aquí tiene un grado medio de gravedad, pero en sus países de origen resultan inoperables", explica Besada. Los chicos llegan al programa gracias a la red de colaboradores que Tierra de Hombres tiene desplegada por diversos países africanos, entre los que se encuentran miembros del personal médico de los países. "Cuando detectan algún caso muy grave nos avisan. Valoran su patología y en función de ello ponemos en marcha Viaje hacia la vida", detalla el delegado en Galicia de la ONG.
La falta de medios en muchos de esos países dificulta la detección precoz de problemas que en Occidente resultan fáciles de solucionar, pero que en otros lugares pueden agravarse, especialmente cuando pasa el tiempo y no se ataja. "Pueden llegar a fallecer", dice Besada.
Uno de los principales problemas que se encuentra Tierra de Hombres se refiere al acogimiento de los niños durante su estancia en A Coruña, que en el caso de Balde alcanzó los dos meses y en el de Yann, los cuatro. Ambos se quedaron con sendas familias de acogida, aunque Besada reconoce las dificultades que tienen para encontrarlas. "Siempre son pocas", comenta.
Trece vidas aliviadas
La ONG lleva tan sólo dos años trabajando en Galicia, pero durante este tiempo ya ha facilitado la operación de trece niños, el último de ellos, a excepción de Yann y Balde, fue Doudou, un mauritano de apenas dos años procedente de Nuakchott, la ciudad de los vientos y capital de este país, donde no podían ayudarlo a superar su cardiopatía. La operación, también en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, resultó un éxito y el pequeño pudo regresar a su hogar el pasado mes de diciembre.
El voluntariado cobra una especial importancia en el proyecto de Tierra de Hombres. En el hospital los niños enfermos son acompañados por voluntarios durante las 24 horas, además de la familia que los acoge mientras dura su estancia en Galicia.
Entre los países africanos de donde han llegado niños se encuentran Benin, Togo, Madagascar, Marruecos, Guinea, Mauritania o Senegal.
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