martes, 20 de mayo de 2008

Hay 62 niños acogidos y sólo tres familias en la bolsa de acogida

 
Sociedad
La delegación de Bienestar Social comienza una campaña para animar a familias de Guadalajara a que se conviertan en familias de acogida. Dos familias estuvieron presentes y contaron su experiencia
Por LAURA RINCÓN
No todas las familias son perfectas. Obvio. Pero algunas van un paso más allá y se provocan situaciones que obligan a la Administración a tomar cartas en el asunto y sacar a los niños del entorno familiar. En esos casos, ¿qué hacen con ellos? Algunos, van a pisos de acogida y otros a familias de acogida. El acogimiento es temporal. Las familias ofrecen su amor a los pequeños y cubren sus necesidades hasta que estos pueden regresar a su entorno familiar.

En estos momentos, hay 129 menores en la provincia tutelados por la delegación de Bienestar Social: 62 acogidos –bien con su familia extensa o con familias con las que no guardan ninguna relación– y 67 en alguno de los ocho pisos tutelados. Para animar a otras familias a que se decidan a acoger a un niño en sus hogares, la delegación ha puesto en marcha una campaña de promoción del acogimiento familiar. "Un lugar en tu casa, un sitio en tu corazón" es el lema de esta campaña.

Luis Santiago Tierraseca, delegado de Bienestar Social, explicó los distintos tipos de acogimiento e hizo hincapié en que no es lo mismo que adoptar. Es más, ser familia acogedora no significa que tenga más posibilidades para adoptar. "El acogimiento es uno de los recursos que mejor funciona con los menores" decía Tierraseca, por eso animó a las familias a que se planteen la posibilidad de ayudar a los niños que, por un tiempo, tienen dificultades en el seno de su familia biológica.

El delegado informó que en Guadalajara ahora sólo hay tres familias acogedoras disponibles en bolsa y otras cinco en periodo de formación, por lo que sería bueno que alguna más se apuntase. El acogimiento familiar proporciona al menor la posibilidad de convivir, durante cierto tiempo, "en un ambiente familiar complementario y desarrollar su personalidad" señalaba Tierraseca y añadía que la familia acogedora es responsable de velar por el menor "y procurarle una formación integral".

Todos aquellos que estén interesados en asumir esta responsabilidad y ofrecer su cariño a pequeños que lo necesitan, pueden obtener más información acerca de este programa en el número de teléfono: 949 23 16 87 o solicitarla a través del correo electrónico: acogimiento_familiar@jccm.es.

Las familias que decidan acoger recibirán una formación previa y contarán en todo el proceso con apoyo técnico y supervisión e incluso apoyo económico que puede llagar a 19 euros por niño y día.

La campaña comienza esta tarde con la representación de la función "Quiero una mamá" de la compañía Popol en el Teatro Moderno a las 20.30 horas.

Elena Isabel Vera
"La familia de acogida es como un 'puente' de transición donde está el niño hasta que vuelve con su familia biológica. Yo tengo dos hijos biológicos y me he dado cuenta que para ellos es muy positivo el acogimiento porque me permite que conozcan cosas que de otra forma sería muy difícil explicarles. Por ejemplo, cuando en el dormitorio de al lado, hay un niño que no puede dormir y no para de llorar y mi hijo me pregunta porqué es le contesto que porque tiene problemas y mi hijo, sin que nadie le diga nada, va a la habitación, le pregunta que le pasa, si quiere alguno de los peluches y cuando, pasado un tiempo, el niño tiene que volver con su familia y se va y se lleva el peluche, mi hijo dice 'no pasa nada'. Cuando se va, hay un desgarro, claro, porque le coges cariño, pero entiendes que es lo que debe ser. Con algunos, sigues teniendo relación y es muy bonito. La acogida te enriquece, te enseña mucho".

Peter McGrath y Pilar García llevan desde 1993 acogiendo a niños en su familia
El matrimonio formado por Peter McGrath y Pilar García Escudero lleva acogiendo niños desde 1993, además tienen otros dos hijos adoptivos. "Nosotros sentimos la necesidad de ayudar a los demás de alguna manera, pensamos irnos de misioneros seglares, pero nos parecía demasiado exótico. Entonces, cayó en nuestras manos este programa y decidimos hacerlo porque pensamos que sería una bonita forma de ayudar a quienes lo necesitan. Y lo mejor de todo es que te llenan las manos de su cariño y de todo" decía Pilar. Peter corroboraba todo lo afirmado por su mujer y apuntaba convencido que "es lo mejor que he hecho en mi vida. el primer bebé que acogimos, lo tuvimos durante 13 meses y fue una experiencia muy enriquecedora. Además, con el tiempo te das cuenta de que se forma en tu casa como una pequeña ONG en la que todos los niños se implican, se conocen y se ayudan. Así que, al final, terminamos beneficiándonos todos: el niño, la familia y toda la sociedad. El niño, cuando se va, se lleva un bien y te deja otro a ti. Se lo recomiendo a todo el mundo".

 

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